Ana Lucía Ruiz
Bermúdez
El café es el segundo producto básico legal de
exportación que existe en el mundo después del petróleo y proporciona un
estímulo más intenso que cualquier otra droga psicoactiva. De origen africano,
actualmente el café se consume en todo el mundo por su exquisito aroma
agridulce y el estímulo mental que produce.
PROCESO DEL CAFÉ
La producción del café proporciona un medio de
vida a más de 20 millones de seres humanos, ya que se trata de un cultivo
intensivo que requiere abundante mano de obra.
Los trabajadores retiran el grano de su
cubierta de pulpa, dejando los granos bajo el sol varios días para que sequen,
o secarlos en máquinas, la cubierta apergaminada se retira y el resultado es el
"Café oro", como le llaman en América latina, es así como se embolsa
para ser embarcado, tostado, molido y bebido en el mundo entero.
LA IRONÍA DEL CAFÉ
La ironía de la industria del café es que quienes
realizan las tareas de su procesamiento trabajan en los lugares más bellos del
planeta, con paisajes verdes, tropicales, montañosos y en un clima fresco que
rara vez baja los 21°C y no supera los 27°C, y que sus obreros ganan poco
dinero, en promedio 1 dólar por día, pues la mayoría de los países productores
viven en la más abyecta pobreza y su café recorre medio mundo y termina en
mesas de Estados Unidos, Europa, Japón y otros países desarrollados donde los
consumidores pagan aproximadamente 3 o 5 dorales por una taza de café.
LA RUTA DEL CAFÉ EN
CHIAPAS
Visitar la zona cafetalera de Chiapas en la
zona del soconusco es un recorrido que extasía todos los sentidos por la
belleza de sus paisajes y la amabilidad de sus pobladores. La mayoría de los
obreros son guatemaltecos y los dueños de sus fincas son Europeos, sobre todo
de origen alemán o suizo, no por nada la carretera que lleva a la finca
Maravillas, finca Genoba, finca Irlanda, Hamburgo y Argovia, se llama Nueva
Alemania. Las familias de estos productores extranjeros fueron invitadas en un
principio por el gobierno de México para poblar, desarrollar y crear fuentes de
trabajo en la zona alta del Soconusco, Chiapas.
Así que en este viaje, además de sorprenderse
con la exuberancia de la naturaleza de esta ruta del café, podrá ser testigo
del legado histórico de un capítulo de nuestra historia mexicana, donde las fincas
de estilos europeos convergen entre las montañas chiapanecas.
A la par del cultivo de café, hay 3 fincas
(Hamburgo, Argovia e Irlanda) que desarrollan
proyectos de ecoturismo, para alojar a visitantes de todo el mundo
ofreciéndoles instalaciones con cabañas de 4 estrellas, SPA, servicio de
restaurante, tours de recorridos por los procesos del café, los museos del
sitio y otras actividades recreativas como senderismo, bicicleta de montaña,
paseos a caballo, tirolesa y observación de la flora y fauna.
UN TRAYECTO COMPLICADO
QUE VALE LA PENA
A finales del siglo XIX todavía era muy
complicado llegar a las fincas, se requería 3 días desde la ciudad más próxima,
Tapachula. Hoy el trayecto desde Tapachula es de 3 horas pero sigue siendo
complicado.
No hay medios de transporte público que lleguen
hasta las fincas, la mayoría de los trabajadores viven en los alrededores y se
transportan en motocicletas, el medio más fácil para trasladarse.
Se recomienda llevar una camioneta alta porque
a pesar de que el principio del trayecto es pavimentado, la segunda mitad del
camino antes de llegar varía entre terracería con piedras y una especie de aplanado, pero no es
pavimento.
Se debe llegar a Tapachula para después seguir
el camino por Nueva Alemania, pero se desaconseja imperativamente usar el GPS
porque dentro de la montaña hay muchos caminos posibles que el GPS indica pero
que no son transitables y son confusos. El peor de todos los caminos es el que
es cercano a Huixtla, ese camino es imposible, nosotros nos perdimos ahí por
dos horas y tuvimos que regresar hasta Tapachula.
Lo mejor es
llegar a Tapachula, pasar por la calle que va al IMSS y a mano izquierda
se sale a la carretera a Nueva Alemania. Después se va todo derecho hasta que
inicien las indicaciones de las fincas. Una vez estando en ese camino ya se
puede preguntar con las personas de la región, porque en Tapachula la gente no
sabe muy bien cómo llegar y no hay quien informe con seguridad.
La finca Hamburgo y la Finca Argovia se
encuentran hasta la punta de la montaña, nosotros llegamos de noche, muy
asustados y cansados por el camino, así que doña Bertita, la gerente de la
Finca Hamburgo que nos estaba esperando, nos recibió y nos ofreció la mejor
atención. Cenamos muy sabroso en el restaurante de la finca, entre la oscuridad
que nos ocultaba el paisaje y entre los sonidos de la naturaleza.
Sin embargo, a la mañana siguiente, salimos de
la cabaña y nos maravillamos con la vista que teníamos frente a nuestra terraza
al borde de la sima. Verdes montañas junto al volcán Tacaná, espesa vegetación
que rodea las finchas y casitas con fachadas europeas. Nos dimos cuenta
entonces que el trayecto había valido la pena y que pasaríamos los siguientes
tres días en un lugar sumamente paradisiaco.
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