miércoles, 2 de septiembre de 2015

RECETA ARTÍSTICA ARISTOTÉLICA


En los primeros semestres de la carrera de Lengua y Literatura tuve una clase de estética, en ella nos dieron a conocer el libro de La Poética, del filósofo griego Aristóteles. También lo vimos en la clase de autores clásicos y otra vez en la de narrativa. En realidad La Poética es una teoría, se le puede llamar una teoría de la intriga, teoría de la estética o teoría de la narrativa. De hecho fue la primera en su género. En este modelo están basadas todas las teorías narrativas, se le llama el modelo aristotélico.

En un principio, en la Grecia clásica, esta teoría se aplicó a la tragedia pero es posible adaptarla perfectamente a cualquier arte, especialmente a la novela, pero también a las artes clásicas: la pintura, la escultura. Sin embargo, hoy nos enfocaremos a su aplicación en la novela, correspondiente al arte literario, que así mismo es adaptable al arte cinematográfico.

Para escribir este artículo me inspiré de un libro de Umberto Eco, se llama El superhombre de masas, de teoría narrativa. Él también se adentra en un principio a dar una explicación del modelo aristotélico de creación, pues es importante conocerlo y tenerlo bien claro, para de esa forma seguirlo o contradecirlo.  De hecho Humberto Eco vincula el modelo aristotélico con la literatura de masas, es decir la novela de folletin o best seller.

En cualquiera de los casos, si eres escritor o crítico literario o estudiante, debes conocerla, aquí un resumen de los puntos importantes a tomar en cuenta:

Representación de una realidad exterior.


Para Aristóteles (384 a. C.) todas las artes son imitación de una realidad exterior, ya sea de la naturaleza o de acontecimientos humanos. La naturaleza actúa con lógica, es decir, por medio de acciones causales, no de forma espontanea ni racional. Aristóteles habla de la imitación de una acción, esto es de una fábula, de una secuencia de acontecimientos, que se realizan mediante la elaboración de una intriga y de una secuencia discursiva. A esta imitación se le conoce en la teoría aristotélica como mímesis.

La mímesis


La mímesis poética no es sencillamente una imitación de lo real, es también un artificio, una elaboración del poeta sobre lo real, a la que además, imprime su propio estilo. Mientras que respeten esas normas el arte será una continuación de la naturaleza, es decir, una prolongación de su poder formativo.

Cuando el artista construye organismos perfectos, no imita las formas de la naturaleza, sino el modo de reproducir, es decir, la destreza, el quehacer de la naturaleza.
Incluso, aunque el objeto imitado sea desagradable, la calidad de imitación nos produce placer. 

Lograr imitar un objeto desagradable, de una manera agradable a los sentidos y a la experiencia estética es la labor del artista. Hablamos ahí de un componente importantísimo: el placer. Ver lo imitado, aquello que es producto de la mímesis provoca placer y por eso el ser humano tiene afecto al arte.

El artista conocedor de la naturaleza humana es capaz de plasmar sus rasgos, sus sentimientos, es por eso que Aristóteles, autor no sólo de la Poética sino también de la retórica, era perfectamente consciente de que los parámetros que hacen aceptable o no a una intriga no radican en la propia intriga (en la poetica), sino en el sistema de opiniones que regulan la vida social (la retórica).

Arte Poética y Arte Retórica 


La Poética, trata de la escritura y artilugios de las intrigas, la retórica trata de las opiniones del público y de la forma de organizarlas para suscitar efectos en ellos.
Por eso, la característica de  Piedad y el Terror, no se encuentran definidos en La Poética, pero sí en la retóricaLa obra artística debe tener incluso un impacto en la sociedad, pues se supone que el público o lector debe aprender del arte. Al hombre le gusta aprender, es por eso que el arte le causa placer, según Aristóteles.

Fábula y verosimilitud.


Para resultar aceptable, la intriga debe ser pues verosímil, y lo verosímil no es sino la conformidad con un sistema de expectativas compartido habitualmente por el público.
Verosímil no es lo mismo que cierto. Lo cierto es lo real del mundo, lo verosímil es lo que tiene un ordenamiento lógico en términos de causa, por lo tanto, aunque no sea cierto, puede creerse en el sentido artístico, y por lo tanto causar un efecto.
A la vez, si la tragedia no es verosímil desde el principio y hasta el final, entonces el público no tendrá la posibilidad de identificarse con los personajes y las situaciones representadas en escena, por lo que le será imposible aprender algo de ella y la tragedia no tendrá ningún tipo de influencia social, a parte de la de entretener. Recordemos que la tragedia era para los griegos algo más que mero entretenimiento.
La fábula es la estructura de los hechos y esta debe darse de forma verosímil o necesaria. Este orden o estructuración debe darse de forma tal que si se suprime alguno de los suceso imitados o se agrega otro se dislocaría totalmente el conjunto de la obra.

Cualidades de los caracteres.


Por el mismo motivo de la verosimilitud en la historia, los personajes también deben ser lógicos. Esto es en sí la psicología, el trazado de los caracteres, o sea de los personajes. El personaje en la tragedia, así como en la novela naturalista, debe ser coherente entre su personalidad y sus actos.

El lenguaje.


El lenguaje es el estilo, la escritura, en fin, aspectos totalmente accesorios.

La peripecia.


La peripecia es la inversión de las cosas en el sentido contrario, es el cambio de suerte en los personajes, ya sea por un castigo, motivo de sus propios actos, una revelación o una intervención divina.

La catarsis


El valor de las artes, según el modelo aristotélico, radica en su efectividad para producir catarsis. Este es un término de Aristóteles, del cual no se está muy claro si se trata de una purificación del público que al finalizar la obra se encuentra aliviado del peso con el que la intriga, insoportable ya, le había cargado, o si se trata de una purificación de la propia intriga, que finalmente encuentra una solución aceptable y coherente con la idea que tenemos de orden lógico o fatal de los acontecimientos humanos.
A mí siempre me ha parecido que se trata de una purificación del público, pues es el espectador o lector, quien finalmente se afecta con el hecho artístico.

Receta artística aristotélica


En su totalidad, la receta artística de Aristóteles es bien sencilla:
          
Tómese a un personaje con el que se pueda identificar el lector, que no sea decididamente malo pero tampoco demasiado perfecto y hágase que le ocurran sucesos tales que pase de la felicidad a la infelicidad o viceversa a través de múltiples peripecias y distintas escenas de reconocimiento. Tiéndase el arco narrativo hasta más allá de todo límite imaginable, de suerte que el lector y el espectador sientan terror y piedad a un tiempo. Por fin, cuando la tención llegue al extremo, hágase intervenir un elemento que deshaga el nudo de los hechos y por consiguiente de las pasiones producidas. Se tratará de un prodigio, de una intervención divina, de una revelación o un castigo repentino. Este elemento deshace el nudo inextricable de los hechos y las consiguientes pasiones. Lo que en cualquier caso debe producirse es una catarsis.

La tragedia es por lo tanto imitación de una acción noble y terminada, lo cual por medio de la piedad y el miedo termina con la purificación de las pasiones humanas. Vemos entonces que la tragedia servía en gran parte para regular la sociedad, para inculcar valores, la literatura no está exenta de ello, pero hoy en día se cataloga como mala literatura a la que expone sus valores sin ningún velo artístico y también a la que sigue fielmente y sin transgredir la receta aristotélica.
Por último cabe recordar que para transgredir en el arte, hace falta conocer.



Ana Lucía

viernes, 21 de agosto de 2015

CRÓNICA CHIAPANECA DE AGOSTO, PROBLEMAS SOCIALES, VIOLENCIA Y LA PÉRDIDA DE UN GATO


                                                                                                                         Viernes 21/Agosto/2015 


Hace dos semanas, el 7 de agosto volvía de Méxido D. F. a Chiapas, todo el trayecto fue perfecto hasta que tomé la carretera Tuxtla - Comitán. Iba cómodamente en una combi de las sprinters, en mi lugar favorito, cuando más o menos a dos kilometros de la entrada a Teopisca nos hicieron bajar, debido a que unas cuantas personas (5 apróximadamente) resguardaban un bloqueo con palos sobre la carretera, lo que impedía el paso de los autos que ya se habían afilado a lo largo de otro medio kilometro. Pensé en no perder más el tiempo y me dispuse a caminar junto con otra chica que iba en la misma combi. No sería mucho el tramo ya que otras veces me había pasado y nunca caminé más de dos kilometros, sin embargo sería mejor ir acompañada, ella era una muchacha de mi edad, pero llevaba una falda pegada, al parecer tenía que llegar a una reunión. Entre los carros que esperaban  había, a la mitad de la fila, un camión de militares, al principio pensé que eso era una buena señal, tal vez ellos harían algo y quitarían el bloqueo, también me dio cierta seguridad porque dije "si nos tratan de hacer cualquier cosa ellos nos ayudarían". Después sentí las miradas indiscretas y libidinosas que aventaban sobre la chica que caminaba conmigo, y supe que los militares no serían ningún apoyo en cualquier caso. Pasamos la parte en la que, se suponía, estaba el bloqueo, frente a ellos se encontraba otro carro de militares, pensé que estaban tratando de convencerlos para que los dejaran pasar, pero vi que, al contrario, estaban de lo más tranquilos. No entendí qué pasaba. "¿Por qué cinco personas bloqueaban el paso a cientos de carros? y ¿por qué los militares estaban tan a gusto esperando sobre el bloqueo?"

"Muy contentos están los militares de que no los dejen pasar" comenté en tono gracioso a mi acompañante, para romper el hielo.  Ella me comentó que venía de Ocosingo y que ahí también habían bloqueos, de hecho estaban cobrando 200 pesos por vehículo para poder pasar.
Para nuestro asombro tuvimos que caminar mucho, el sol me quemaba y la maleta me pesaba en la espalda, pero sobre todo me preocupaba mi rodilla derecha que se me lastimó el año pasado, desde entonces estoy cuidándome en exceso para no volver a recaer, definitivamente lo que menos quería era volver a usar bastón o volver a estar en cama por el dolor e inflamación que me causaba la rodilla y toda la pierna. Pero no quedaba más, teníamos que caminar, y yo cargando mi maleta que había llevado desde D. F. hasta ahora sin ningún problema. 

No pasaba ningún transporte, ni moto taxi ni nada, y había mucha gente caminando. Caminamos más de dos kilometros, por fin pasó una combi con pasajeros y pedimos que nos subieran, era una combi de Teopisca, no nos dijo nada, ni cuánto nos iba a cobrar ni hasta donde nos llevaba, a pesar de que yo le preguntaba él no contestaba. Llegamos al centro y nos pidió que bajáramos, nos cobraron 10 pesos a cada uno, cuando apenas nos habían trasladado de la entrada de Teopisca al centro. Le preguntamos qué combi tomábamos ahora, si ahí era el bloqueo o qué. Nos dijo "aquí adelantito". Caminamos dos cuadras y no veíamos nada, la gente nos informó que debíamos caminar más. Yo me preocupé porque si teníamos que seguir tomando combis me iba a quedar sin dinero, llevaba justo para llegar a Comitán. Caminamos todavía más, hasta la otra entrada de Teopisca, por la salida de Amatenango. Mi pierna no me había dolido, traté de caminar lentamente. En cada calle que pasábamos la chica de falda era acosada con piropos por la gente de Teopisca. A mí me sacaba de quicio y estuve a punto muchas veces de levantar la voz y reclamarle a la gente, para que respetaran, eso hubiera hecho si me hubieran dirigido a mí esas palabras morbosas, pues ya es bastante pesar tener que caminar todo el pueblo, quemándonos de sol, sin los zapatos adecuados, y sin saber qué tanto más había que caminar, como para que además la gente se aliara para hacernos el trayecto más intolerable. Pero como noté que ella no se inmutaba por nada  me abstuve de contestarle a la gente. Además no estaba en mi pueblo, no sabía qué tipo de gente eran, tal vez eran de los mismos que bloqueaban. En fin, caminamos hasta Amatenango, a trevés de carros, camiones y trailers varados. Hasta que un chofer fuera de su combi nos preguntó si íbamos a Comitán, por un momento desconfié, nos habían molestado tanto que pensaba que también eso era una incitación más a mi enojo. Pero vi que dentro de la combi ya habían algunos pasajeros, entonces subimos. Esperábamos a que arrancara la combi cuando pasó el señor de los bonice y todos en la combi compramos uno. "A cuanto el pinche bonice" gritó uno de los pasajeros.

Al llegar a Comitán, leí en los periódicos que los bloqueos en Teopisca se debían a los transportistas que se manifestaban contra los transportes piratas, pero me pareció extraño porque cuando es así, yo he visto que las combis llevan letreros en ellas. Pero esta vez el verdadero motivo era que muchos pueblos y comunidades están inconformes con los resultados de las elecciones pasadas, tal como pasó en Tuxtla, pero la gente de pueblos y comunidades lo enfrentan de formas más radicales, debido en parte a la falta de educación, por lo tanto, a la falta de herramientas para enfrentar el problema. En gran parte también se debe a la desesperación y la pobreza.

También me enteré de algo que me dio en verdad mucha tristeza, y es que asesinaron en D. F., precisamente el día que yo viajé para allá, a una comiteca:  Nadia Vera, hija de la poeta Mirtha Luz Pérez. Nadia vivía en Veracruz, cuando tuvo que huir de ahí junto con el fotoperiodista Ruben Espinoza, porque habían recibido amenazas. "¿De qué se trata?" Me pregunté, indignada porque sabía que al igual que otros asesinatos en México, feminicidios y abusos de toda clase, no serían resueltos.

Vi en internet que se estaban haciendo diversas manifestaciones pacíficas (que no obstruían las carreteras) en diferentes países, debido al asesinato de Nadia, Ruben y tres chicas más. Pensé que en Comitán se estaría haciendo también algo pero me desilusioné, porque no era así. Me puse en contacto con algunas personas para ver si organizábamos algo, tal vez por lo menos una mesa de reflexión acerca de la violencia en México, pero los encontré bastante desanimados, me comentaron que la primera parte del recorrido de procesión de Nadia fue tipo manifestación,  tal vez por el hecho de que Nadia era activista, pero mucha gente que iba caminando con ellos, al verse relacionados en eso, se salieron de la marcha por temor al "qué diran" si los veían ahí. 

La sociedad comiteca es conocida por ser algo culta, si tomamos en cuenta que en Chiapas el nivel de educación es baja y, sin embargo, en Comitán se conserva todavía la cultura, que tal vez se ha heredado de los abuelos, porque en sí,  de verdaderos eventos culturales actuales somos carentes. Sin embargo se conservan todavía los prejuicios y tapujos de otros tiempos, el "que dirán" reina todavía dentro de toda familia de origen comiteco.

Además las personas estaban pensando en la feria "mira a la gente - le comenté- nadie está afectado por la muerte de Nadia, no me parece justo". 

Días después mataron por la espalda a un joven de 28 años, padre de familia, que se encontraba trabajando un camión fuera de su taller mecánico. Así, cada semana se han suscitado asesinatos en los alrededores de Comitán, los cuales no quiero recalcar porque los periódicos están llenos  de algunos ellos.

Ya estamos a 21 de agosto y siguen los bloqueos en Chiapas, ahora son en otras comunidades, los habitantes de San Juan Chamula fueron primero a manifestarse a Tuxtla Gutierrez, frente al palacio de gobierno y, al no ser escuchados, se pusieron agresivos y quebraron los cristales del edificio;  han estado bloqueando las carreteras desde entonces al no recibir respuesta. No solo ellos, también en comunidades de las carreteras viejas, tal como la carretera de la Angostura. Motivo por el cual hay quienes, pensando que en la madrugada no encontrarían bloqueo, viajan a mitad de la noche y les va peor. Como pasó este 19 de agosto con 30 pasajeros de la OCC que salieron de Tuxtla a Comitán, el chofer decidió irse por la carretera de La Angostura para evitar el bloqueo de los habitantes de Juan Chamula pero ahí fueron detenidos por otras gentes armadas de palos y piedras que pedían una "cooperación forzada". Si no les daban dinero, amenazaban con romper los cristales y lastimarlos. Por suerte no pasó a más, sólo querían dinero. 

Esta semana se perdió Yango, el gato de mi hermana. Cuando fuimos a pegar en los postes de cada esquina la foto del gato enmarcada en la parte de arriba con un grande "se busca" y en la de abajo "recompensa" y en los lados la suma de 500 pesos, la gente nos veía como preguntándose de qué trataba ese letrero, tal vez algo importante, tal vez una persona perdida, tal vez un trabajo. Comitán no es como Tuxtla Gutierrez, que en cada poste hay hasta 10 anuncios pegados, de trabajos inciertos, de gente desaparecida, uno que otro perro, pero hasta eso, ningún gato. También pegamos un anuncio a color en la puerta de la casa, y por la ventana llegué a escuchar comentarios curiosos, se reían de que ofreciéramos tanto dinero por un gato: "Hay que buscar ese gato"

Pensándolo bien, es a cierto grado ridículo preocuparse tanto por un gato que apenas tenía cuatro meses de existencia e invertir tanto tiempo e incluso dinero en él, dinero que en caso de pagar la recompensa existiría hasta fin de mes.
Es ridículo cuando lo comparamos con otros problemas sociales de verdad preocupantes, sin embargo era nuestro gato y no podíamos quedarnos sin hacer nada por intentar encontrarlo, era un gato simpático.

Sin embargo, agosto todavía no termina, tal vez las personas que bloquean sean atendidas, tal vez no, tal vez siga el amarillismo en los periódicos, tal vez no, tal vez aparezca mi gato, tal vez...

Ana Lucía "La Comiteca"

miércoles, 25 de febrero de 2015

Recomendaciones para visitar los Lagos de Montebello

Recomendaciones para visitar los Lagos de Montebello
Vídeo y texto de Ana Lucía - La Comiteca

Lagos de Montebello: Maravillas de Chiapas y México


En Montebello, perteneciente al municipio de Trinitaria, hay casi 50 lagunas pero accesibles al paso sólo hay 19. Estas fueron en su origen diversos cenotes o depósitos de agua dulce formada por ríos subterráneos.
     Cada lago es diferente por su color, profundidad y tamaño. Todos son especiales, algunos parecen tener menos movimiento y otros como el lago de Montebello, tiene incluso un leve oleaje.

El color de los lagos varía según el cielo, en un día soleado y despejado se aprecia mejor su belleza.
     El agua es un poco fría para bañarse, la gente casi no nada ahí porque se sabe que en muchos de ellos hay corrientes internas, además de que son muy profundos.



Los habitantes de la zona son amables con los fuereños. En los lagos más turísticos hay zonas de comida, chozas de madera donde puedes probar antojitos de la región: quesadillas con queso de Comitán, quesadillas de flor de calabaza, carnes con sus respectivas salsas y la especialidad que son los chinculguajes (tortillas rellenas con frijol). Chinculguaj es una palabra en lengua tojolabal que significa tortilla y frijol. Por otro lado, si eres amante del café no te recomiendo tomar el café que preparan aquí porque es muy ligero.








Es muy común también que se aproximen niños preguntándote tu nombre para recitarte un poema, últimamente son demasiados que quieren recitar poemas a los visitantes a cambio de unos pesos.

Uno de los comentarios que más he escuchado cuando voy con gente que los visita por primera vez es que les recuerda al mar, en especial el lago de montebello, pues es muy grande, tiene un leve oleaje tal vez debido al viento y a la corriente interna y su bello color azul. Aquí una foto de este lago.

Algunas de las tomas del vídeo fueron hechas desde la cima de unas montañas, por eso se ven desde lo alto, ya que hicimos una larga caminata por un camino que iba al mirador "El Perel", pero seguimos andando pensando que habría una salida después del mirador y finalmente tuvimos que regresar por la misma entrada después de caminar una hora y media, por eso se recomienda ir sólo hasta el mirador, al cual llegas en diez o quince minutos por un sendero, pero es mejor regresar después del mirador para seguir visitando los demás lagos a menos que vallas con tiempo, sea temprano y que te guste caminar en lugares desolados.



Además de los lagos, en las proximidades de Montebello hay unas grutas que no son tan turísticas. También es muy recomendable visitar la zona arqueológica Chincultik, en la que se respira un ambiente muy especial y se hace una caminata agradable para llegar desde los juegos de pelota hasta las pirámides en la cima. La parte donde se encuentran las pirámides es  muy alta, seguramente era usada para vigilancia, y se puede ver a un costado un misterioso cenote al cual no es permitido meterse a bañar. 

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