miércoles, 24 de mayo de 2017

Patitas tiesas



Cuando llegó a la casa éramos pequeños mis hermanos y yo. La amamos desde el primer instante, era bonita, graciosa e inteligente, así pasaron 17 años, pero no notamos su vejez hasta los últimos tres, porque cuando uno es joven nunca se pregunta sobre la muerte y mientras más rápido pasaba el tiempo, para nosotros era mejor porque ya queríamos crecer, más nunca nos preguntamos cuanto vivían los perros.
     Comenzamos notando que sus ojos se nublaban, que ya no respondía a nuestra voz y que poco a poco sus piernitas se entiesaban, tal vez tenía artritis y le dolía doblar las patas. No sufría ni se quejaba, pero tenía comportamientos extraños, por ejemplo ponía su cabecita frente a una pared y se quedaba ahí presionando como si de eso dependiera la estructura de la casa, me ponía muy nerviosa, llegué a pensar que era una especie de ataque. Presentíamos tristemente que nos dejaría pronto, así que mi papá comenzó a cavar un hoyo cerca de la casa del ranchito.

El día que nos dejó para siempre, fue un viernes santo. En la mañana me levanté temprano porque iba ir a caminar a las cascadas del chiflón, estaba apurada pero recuerdo verla ese día, tirada en medio de la sala sobre su colchita. Estaba despierta y le hable -¡Trevi levántate!-, pero no podía levantarse, tal vez tenía sus patitas más tiesas que nunca, no la quise tocar porque ya me había lavado, pero le dije a mi mamá que la ayudara.
     Mi mamá en cambio estaba con los preparativos para recibir en la casa a las personas del viacrucis, de hecho llegué a pensar que eso sería un problema, porque la gente entrarían a la casa y la Trevi estaba ahí convaleciendo, con sus patitas tiesas.

Fuimos a comer con la familia, por ser viernes santo. Yo no la vi antes de salir, pero después me dijeron que todavía estaba respirando.
      Normalmente me encanta comer pescado, pero este día ni siquiera le di vuelta a la mojarra, no tenía hambre y sentía una tristeza que no comprendía. Mi padre dice que todos los viernes santos son tristes, y que además casualmente se nubla a las 3 de la tarde, la hora en que murió Cristo. Aunque ese día no se oscureció, el clima se sentía bochornoso, como de ese calor húmedo que precede a la lluvia. Yo seguía triste y no podía explicar por qué, hasta que pensé en la Trevi y me dio una aflicción por regresar a la casa.

Cuando entré corriendo a la casa, la busqué en la sala y no la vi, entonces le reclamé a mi mamá.
-¿Dónde pusiste a la Trevi? - suponiendo que la había escondido por el viacrucis.
-La llevé al cuarto de lavado, iba a venir pues la gente.

Corrí al cuarto de lavado y me detuve en la puerta, la vi acostadita afuera de su colcha y tapada con otro trapo. Mi papá me siguió y me dijo sin verla todavía, -yo creo que ya murió- él también lo había presentido. Pero creí ver su respiración y grité su nombre -¡Trevi!-, no respondió. Pasé y me puse frente a ella, no vi su estomago inflarse y contraerse, 
-ya murió-, le dije a mi papá. 
     Sus patas estaban rígidas, más rígidas que nunca, sin embargo se miraba bonita y tierna como siempre. En ese momento no lloré, me sentí tranquila pero después llegó mi mamá y le dije -¿Por qué la dejaste aquí? Murió solita y en un lugar que no era su lugar-. Entonces las lagrimas y gemidos se manifestaron porque me hubiera gustado tan solo estar con ella para tratar de darle calor cuando la muerte comenzara a entrar fríamente por sus patitas. 
     La acaricié por última vez, después empezamos a pelear con mi familia,
- Vamos al ranchito para enterrarla ya antes de que oscurezca- dijo mi madre.
- Ya es muy tarde, hay la voy a llevar yo mañana temprano - dijo el otro.
- No, tenemos que ir todos porque sino la vas a tirar donde sea- contesté.
-¡Cómo la voy a tirar!, sino ¿para qué hice el hoyo?- se ofendió mi papá.

Sé que es tarde, pero ahora pienso en que no lo sacamos tanto como pudimos haberlo hecho, pues a la Trevi lo que más le gustaba era ir al rancho. Aquí estamos ahora, enterrándola, mientras veo correr a mis otros perros felices de venir al ranchito, sin darse cuenta de que también viene la Trevi, pero dentro de una bolsa negra, de nailon.

Un día antes de que muriera, vi como le costaba trabajo moverse, la cargué y la llevé a la grada donde llega el sol a las diez de la mañana, me senté a su lado, la acaricié y le hablé, le dije que la queríamos, que nos hizo muy felices y que ya podía descansar.

lunes, 1 de mayo de 2017

Bacalar - My Travel Diary


Finally Bacalar. After 8 hours from Palenque.

Bacalar is a beautiful town set along the Laguna Bacalar in Quintana Roo, Mexico.
With year-round temperatures that hover between 25°C - 35°C, there's never a bad time to head to the lake of seven colors in Bacalar.

But where to go?
There's not a lot going on, but that's why people like it here.
If you're looking for great restaurants, booming nightlife or bohemian cafes, it's not here.
This peaceful Mexican Carribean town is arguably the Caribbean’s hippest destination right now.
It's not big, but it's wonderful, all drawn to a special kind of energy.

San Felipe fort and the Palo de tinte
Along the coast of Bacalar one will come across an impressive fort, with giant walls rising above the town of Bacalar, just a few meters from the Bacalar lagoon.
The Fort was built in 1733 under the order of don Antonio de Figueroa y Silva, and it has recently been restored and sits in the center of town.
To enter the fort and the museum, Alvaro and I payed thirty pesos each, because we said that he also was Mexican, and they did not ask us for identification.
During the years of piracy Bacalar was attacked because this was the principal point in Quintana Roo for trading merchandise. The town was also raides for food, to kidnap women and especially for palo de tint, one of the plants that represented one of the greatest riches in the eighteenth century, the so-called " palo de campeche ", "palo de Brasil" or "Haematoxylum campechianun". Its height was six meters and it was used as a dye for the New Spain, Europe and the English. 
Finally, Palo de tinte is an extinct case

The "ecological" park?
The ecological park offers speedy access to nature, just 10 minutes from downtown. But the ecological park of Bacalar, with a natural reserve covering 5 thousand 367 hectares is used as a public health resort, without any measure, so it presents deterioration by the bathers. The payment of income is cheaper, three pesos per person, then each holiday season is visited by hundreds of vacationers, mainly locals. There are not baths, not mobile toilets, then peopble fulfill their physiological needs within the water. Then, the water of one the most beatiful lakes in the world, begings to contaminate with cyanobacteria. 

Where sleep?
There are many hotels, hostels, camp sites and cabins in Bacalar and in the peripheries.
But the majority of the hotels seemed to me to be expensive, like "La hacienda", and some of these do not have access to the lagoon, such as "Pata de perro", it looks like a very chill hotel, but it's in the center of town, so you can not enjoy of the sound of the lagoon and appreciate the beauty of the surrounding, and "Pata de perro" it is expensive too.
We visited other camp sites around the lagoon, but they were all full. Then a friend wrote me suggesting another hostel: The magic Bacalar. It took approximately 15 minutes from downtown to reach the Magic Bacalar Hostel, wich is located at 3° Avenida and 36° Calle.
When we arrived at Magic Bacalar we knew that it was the best.