miércoles, 15 de junio de 2016

El problema de la memoria


Siempre he peleado con mi memoria. Me angustia darme cuenta de que los recuerdos y la memoria no son permanentes. He tenido que recurrir a la creación de diarios personales, pero al darme cuenta de que nunca los volvía a revisar opté por vídeo diarios, que son más rápidos de hacer y de ver, además de que la imagen del momento en que uno graba también ayuda a recordar y revivir el pasado. En parte es cierto que hay que dejar el pasado en el pasado o dejar pasar el pasado, cosa que suena redundante u obvia. Pero me angustia más olvidar recuerdos de personas que han sido valiosas para mí y que han muerto, temo tanto olvidar episodios vividos con mis abuelos por ejemplo, los recuerdos felices en familia que ya no se repetirán, o los viajes donde he aprendido y conocido tanto.

A lo largo de mis lecturas y demás formaciones autodidactas con documentales, vídeos conferencias y demás, he rescatado informaciones preciadas que me hacen entender más lo que es la memoria.

Recuerdo por ejemplo decir a Jorge Luis Borges, en una de sus entrevistas. que la memoria es selectiva, recordamos lo que nos gusta y nos interesa, es cierto, pero pienso que es necesario también recordar cosas que no son tan interesantes pero que a veces son necesarias.

Recuerdo también el libro de las aventuras de Sherlock Holmes en el que el personaje asegura, cuando conoce a Watson, que no necesita recordar informaciones que no sean útiles a su oficio, por ejemplo ¿de qué le servía saber cuántos planetas tiene el sistema solar? pregunta retórica que dejó a Watson anonadado.

Leí ese libro a una edad temprana y me pregunté si así debía proseguir mis estudios, pues me parecía sensato a pesar de su excentricidad. Pero debía terminar todavía la secundaria, después el bachillerato, después la licenciatura que eligiera, por lo tanto debía por obligación estudiar y aprender cosas que no me interesaban y no me eran ni me serían útiles. Le dije esto a Álvaro hace poco, ¿De qué me sirvió aprender en la primaria que el sistema solar tenía un sol y nueve planetas, si después le cambiaron a ocho y después otra vez a nueve? además no soy astrónoma, ni siquiera astróloga.  Pero a Álvaro la respuesta le pareció obvia: Para cultura general.

Claro que para nosotros que somos maestros es importante la cultura general, ¿pero para los que no? La educación básica trata temas diversos en general, pero en mi caso la mayoría de esa información acumulada en mi cerebro desde la primaria hasta la educación superior se ha borrado a fuerza de la falta de repetición, ya que como he dicho: no volví a necesitarla. 

Estoy segura que si me hicieran un examen sobre todas las clases que he llevado durante toda mi vida (incluyendo alemán, informática, religión, cívica y ética, biología, etc) acertaría a lo mucho la mitad de las preguntas.  
En cambio las cosas prácticas y habilidades motrices se me han quedado de maravilla, como mis lecciones de mecanografía, ahora puedo escribir miles de palabras sin ningún esfuerzo y sin ver el teclado, tanto en el teclado francés, como en el español; Limpiar y reparar el hadware de las PC nunca se me ha olvidad, aunque que ya no uso PC desde hace años. Ni que decir de la escritura, de las tablas de multiplicar y de la resolución de ejercicios de aritmética.

En cuanto a lo que aprendí en Historia o cívica y ética sé que no podría confiar en mi memoria. Para dar clases he tenido que volver a repasarlas, cayendo en cuenta de que había olvidado o de que lo recordaba mal.

El propio Borges, con su memoria fantástica, dijo que al leer uno de sus libros después de algunos años, no recordaba muchas de las cosas ahí escritas. Por eso siempre he pensado que las ideas son pasajeras, poseen como demonios a los escritores, sólo por momentos, como si no les pertenecieran a ellos sus ideas, tal como los hijos no les pertenecen del todo a los padres.

Esta aflicción me llevó a tomar un curso online que me recomendó COURSERA, que se llama Aprendiendo a aprender, en el que explica el proceso del aprendizaje y de cómo lograr mayor disciplina en los estudios y en el trabajo, para un aprendizaje más efectivo. 
Lo cual trataré de resumir lo más importante en la próxima publicación hablando de la memoria de corto plazo, el modo enfocado, el modo difuso, la memoria de largo plazo, memoria visual, el palacio de la memoria, los fragmentos, la técnica de repetición espaciada, la técnica pomodoro, recuerdos falsos, las metáforas u analogías que sirven para recordar, los hábitos, la importancia del sueño, los zombis internos de nuestra memoria y la procrastinación, . 

Además conocí gracias al curso una aplicación para el ordenador llamado Anki, para repasar el conocimiento a través de fichas que aparecen con cierta regularidad. 


Ana Lucía (La Comiteca)


Trabajos populares adicionales que valen la pena:
·         Benedict Carey, (19 de mayo de 2014), "Recordar, como un deporte extremo" ("Remembering, as an Extreme Sport,")The New York Times
·         Annie Murphy Paul, (April 29, 2014), "Cómo estudiar o trabajar en el extranjero te hace más inteligente" ("How Studying or Working Abroad Makes You Smarter,") Time. El texto completo del maravilloso estudio citado por Annie Murphy Paul está disponible gratis en línea: Maddux, W. W., H. Adam, and A. D. Galinsky. "Cuando en Roma ... Aprenda por qué los romanos hacen lo que hacen: Cómo las experiencias de aprendizaje multicultural facilitan la creatividad" ("When in Rome ... Learn Why the Romans Do What They Do: How Multicultural Learning Experiences Facilitate Creativity." Personality and Social Psychology Bulletin, junio de 2010; vol. 36, 6: pp. 731-741, 5 de mayo de 2010.
·         Lauren Davidson, "Este es el tipo de música que deberías escuchar en el trabajo" ("This Is the Kind of Music You Should Listen to at Work,") The Telegraph, 23 de octubre de 2014.

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