Algo que extrañaba de México en Francia era salir a desayunar a lugares donde hicieran desayunos reales y no petites dejeunérs. Es cierto que el croissant (mejor si es tostado), la mermelada casera y el café expreso son deliciosos, pero me parece a penas una merienda. El dulce y el pan no es en realidad nutritivo, sólo llena y da energía instantánea (tal vez esto sea un mito, pero lo digo por mi propia experiencia).
Toda mi vida he considerado que la comida más importante del día es el desayuno, pues debe darte las energías para arrancar el día, por lo tanto debe ser completo y más que nada nutritivo: Un jugo fresco de frutas, mis favoritas: naranja, toronja o fresa; una entrada de frutas picadas: melón , papaya y mango; un buen plato de huevos al gusto: mis favoritos son los motuleños (huevos fritos sobre una tortilla tostada y salsas de tomate, acompañada de frijol molido, queso, y plátanos fritos).
Sé que en Francia no hay tortillas, ni frijoles molidos, ni plátano macho para freír, pero me conformaría con un buen omelet de huevo relleno con champiñones, queso manchego y alguna hierva. ¿Era mucho pedir? Tal vez no me dediqué a buscar bien, pero en los dos años no consecutivos que he vivido en Francia nunca encontré un buen lugar para desayunar un desayuno real.
En México abundan los restaurantes en hoteles, bufetes o restaurantes austeros a las orillas de las ciudades o en los pueblos dónde desayunar rico. Pero lo que se ingiere no es lo único importante, también es agradable desayunar en un lugar que tenga jardín, o una mesa cerca de la ventana, un lugar claro que ayude a desaparecer la melatonina del cerebro, que en mi caso tiende a despejarse tarde. Pero hay una cosa que sí detesto y generalmente me arruina mis salidas a restaurantes en México, es que tienen en general la mala costumbre de poner televisión a todo volumen, lo peor de todo es que normalmente la sintonizan en programas de televisa de chismes totalmente desagradables.
Hoy fui a desayunar en Comitán al "Ta'Bonitío". El menú me agrada porque tiene muchas opciones vegetarianas y no vegetarianas, adaptado para todo gusto, incluso en las comidas de la tarde, además cada menú tiene un toque original servido en auténticos platos hechos de barro, hasta hay platillos con nombres chiapanecos servidos en trastes de peltre, por cierto las tostadas para los motuleños vienen de Teopisca o al menos tienen la receta de Teopisca. El sabor es bueno, la cantidad es suficiente y el lugar es agradable.
Tienen jugos diferentes, hoy tomé el de Zanahoria con naranja, no me gusta la zanahoria pero la tomo porque sé que es buena, pero también, en el "Ta'Bonitío" sirven un buen café americano que viene de la selva chiapaneca. Los precios son accesibles y lo mejor de todo es que hay una parte exterior frente al jardín del hotel donde se puede comer a gusto, con claridad natural y sin ruidos de televisión o música.
Tienen jugos diferentes, hoy tomé el de Zanahoria con naranja, no me gusta la zanahoria pero la tomo porque sé que es buena, pero también, en el "Ta'Bonitío" sirven un buen café americano que viene de la selva chiapaneca. Los precios son accesibles y lo mejor de todo es que hay una parte exterior frente al jardín del hotel donde se puede comer a gusto, con claridad natural y sin ruidos de televisión o música.
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